Historias incompletas


Un señor por la calle, paseando un perro. Nada raro ¿Verdad? ¿Y si te digo que al día siguiente, a la misma hora, hace lo mismo? Menos aún, debe de ser su rutina. Como este, podía dar muchos ejemplos, gente que a la misma hora hace lo mismo. Como un instante congelado en sus vidas.

Un pobre rebuscando en los contenedores de la basura. Una mujer que a duras penas puede levantar la persiana de una tienda para comenzar a preparar las cosas. Un grupo de señoras mayores que tratan los temas más sórdidos en el mismo vagón del metro. No era nada difícil enterarse que todas trabajaban como limpiadoras, y una de ellas, bajaba siempre en la misma estación, antes que las demás.

Hasta el día que se me olvidó poner el despertador y salí disparado de la cama, hacía tarde al trabajo. Lo que no esperaba encontrarme, era con la continuación de aquellas historias. Esos instantes congelados eran más bien películas que se repetían una y otra vez.

Me encontré con el señor que paseaba el perro en el parque, donde lo soltó, para que el animalito estirase las patas. 

El pobre del contenedor, que salía de la tienda que había abierto la mujer, con una cartón de vino barato. 

Pero lo más extraño, es que vi a la señora mayor que bajaba antes, esperando el metro en sentido inverso, de vuelta. Aquello me dejó intrigado, pero ahí quedó la cosa, almacenado en algún rincón de mi memoria.

No fue hasta unos meses después, el día en el que el sótano en el que trabajo quedó inundado y nos mandaron a casa, cuando vi la tercera parte de aquella historia. La misma señora, la que hacía unos minutos venía hablando de las ganas que tenía de que fuera viernes y lo duro que es el trabajo de limpiar. Hablando con otras señoras, de las ganas que tenía de que fuera viernes y de lo duro que es trabajar... en un almacén de frutas.

14/05/2017

Comentarios

  1. ¡Hola Roland!

    Historias a retazos que fueron comoletándose poco a poco, formando el hilo de la vida de sus protagonistas.

    A mí me pasa al escuchar trozos de conversaciones ajenas, o ver alguna escena peculiar, que me imagino a veces cómo puede seguir la cosa.. En tu relato al menos se sabe ^_^

    ¡Muy simpático y encantador para ser leído!
    *Qm*

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    1. ¡Hola Poe!

      Cuanta curiosidad hay en el mundo xD Pero si, muchas historias habrán por ahí que tal vez se nos escapen :)

      :*

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  2. Pues me ha recordado esa manía mía de inventarme historias de las posibles vidas de las personas que se cruzan en mi vida así, gente anónima, sin nombre que me hacen divagar con espías secretos o simplemente con personas con historias peculiares.

    Me ha gustado que el protagonista de esta historia pudiera encontrar esa continuación de esos momentos suspendidos en el tiempo

    Saludos :)

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    1. ¡Hola Nieves!

      Es que eso es uno de los principios de todo escritor. Estar atento a los detalles y dejar volar la imaginación.

      Besos :)

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  3. Hola Roland, me gusta mucho como juegas con el tiempo en esta historia. Muy bien logrado tu texto!!
    Un abrazotee

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    1. ¡Hola Natalia.!

      Es verdad lo del tiempo. Me alegro mucho de que te gusta.

      Otro abrazote enorme para ti :)

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  4. Una especie de "detective casual" de la vida cotidiana...¿Te has fijado? No hace falta escribir sobre historias extraordinarias; el día a día trae todo tipo de inspiración...si sabemos mirar.
    Estupendo relato!
    Un gran abrazo, Roland!

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    1. ¡Hola Mercedes!

      Es cierto, las "pequeñi-grandes" historias están ahí, muy cerca.

      Gracias y otro abrazo grande para ti :)

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